Cuando me hablaron de MiAffaire pensé que nada de lo que estaba escuchando me movía a entrar en su página. Al final, como suelo ser fácil de convencer —y la verdad es que me gusta ir probando aquí y allá, todo sea dicho—, caí unos días en sus garras, y la verdad es que me podía haber roto una mano con el canto de una puerta y haberme ahorrado unos cuantos euros y tiempo.
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¿Cómo funciona Miaffaire?
Ya antes de registrarme vi varias cosas que no me gustaron un pelo: primero, la definición para solteros y casados exigentes me pareció difícil de cumplir, porque los creadores no tienen ni puñetera idea de qué me gusta y me deja de gustar a mí; vale, es cierto que no vamos a buscar al más feo o a la más fea del baile, pero quizá este rollo de las apariencias por encima de todo sea un poco absurdo en Internet. No solo pueden engañar, sino que si es lo único que te motiva, va a irte mejor tirando de disco y ahorrándote la pasta, ¿o no?
Puedes encontrar todas las opciones que ofrece en la Wikipedia
Segundo, la página de inicio de Miaffaire es absurdamente extensa. Parece que te quieran vender la moto desde el minuto uno, pero lo único que consiguen es hacer que te pierdas de arriba para abajo. ¿Cómo me voy a fiar de una página de la que no me puedes explicar en cuatro líneas lo que voy a encontrar? (Además, lo primero que nos va a enseñar es dónde se habla sobre ellos y a qué han estado nominados… que muy bien, pero para mí esa falta de modestia suele esconder algo más.)
Tercero y último, ¡madre mía, menudos tíos y tías! Todo indicaba desde el primer momento que nos la iban a meter doblada: no es que las imágenes de fotografía de estudio no sean geniales, no es que una página de contactos eróticos no pueda ser profesional… es que, una vez ingresas cuatro datos y te registras, el cambio es brutal; ¡y claro que lo es! Aquí no vienen modelos que ganan 10 millones de dólares al año para ligar conmigo ni contigo.
Registrarse en Miaffaire: ¿error?
Ya nos hemos registrado en Miaffaire, hemos confirmado el correo y estamos recelosos al hacer login en la página. Cuando entramos, el contraste entre la portada y el menú de usuario es para mear y no echar gota. Da la sensación de que la portada y el blog están creados para ofrecer una imagen “idílica” y que, una vez dentro, ya estás cazado y vas a probar unas cuantas cosas; conmigo les funcionó, pero con lo mal que he hablado de ellos a todos mis conocidos, quizá se lo tendrían que replantear. Por no decir la cantidad de perfiles falsos que se pueden ver.
Para empezar, los tíos tienen casi todas las opciones bloqueadas, y seguidamente veremos que nada es gratis en MiAffaire para el sector masculino. Como somos “solteros exigentes”, sacamos la tarjeta y pagamos para probar porque si tenemos que ligar con una chica con un “affaire” (una especie de flechazo) al día y tres mensajes por semana como límites, ya podemos tener verbo fácil que no nos vamos a comer un colín. Esto ya hará que un porcentaje enorme de tíos, lo dejen: hay muchísimas páginas mejores y sin tanto límite; además, el problema es que las chicas no pagan nada, lo que hace que tú tengas que ir sumando y sumando dinero (no tienen la típica suscripción mensual encima), mientras que ellas te van dando largas porque o bien no tienen prisa, o bien son cuentas falsas. Porque al fin y al cabo podemos ser exigentes, pero o quedamos y decidimos si surge algo para una noche o para tres o difícilmente vamos a poder ver si somos compatibles más allá de las cuatro palabras típicas por mensaje, ¿o no?
Muy relacionado con esto último, hay otra cosa que me mosqueó mucho al segundo o tercer día: no se trataba del perfil en sí, aunque crearte tu perfil es un coñazo innecesario, con un montón de datos que no vienen para nada a cuento y que fastidia mucho la actitud más directa que tiene la gente mezclando aspectos de páginas como Meetic, donde buscar pareja con páginas de contactos para un rollo de una noche. ¡Pero no es eso! Lo que mosquea es… ¿Por qué no contesta ni una tía casi? ¿Son perfiles de verdad o son más falsos que un euro con la cara de Popeye? Y aquí no termina todo.
Miaffaire opiniones negativas
Nos han timado la pasta en Miaffaire, las chicas pese a que no tienen restricciones pasan de contestar a nuestros mensajes y la estética que nos han vendido no se parece ni en el blanco de los ojos, y hay más. O sea, que escápate tú que estás leyendo esto y todavía te puedes ahorrar unos cientos de euros: lo que queda tampoco es bueno. ¿Como puede ser que tenga una buena opinión sobre miaffaire?
Por un lado, hay secciones que directamente no tienen sentido: affairs, apartado de intercambios y similares son un verdadero despropósito que, por no tener, no tiene ni utilidad; ¿y la zona picante? ¡Madre mía! ¡Está llena de fotos eróticas artísticas que ni enseñan! Que algunas están bien, pero es que se limitan a unas cuantas imágenes de chicos y chicas como las de la portada, y poco más.
Días antes de borrar mi perfil y cancelar la suscripción por los siglos de los siglos en Miaffaire, añado que me contestaron un par de chicas (qué oportuno) a cual más robot. Hablaban que casi ni se les entendía y los cuatro mensajes que me escribí con cada una (con la primera aún más que con la segunda) obviaban cualquier tema personal o, directamente, eran inconexos.
Así que coge, sal de la página y olvídate de perder tiempo y dinero, te lo dice uno que perdió las dos cosas y no consiguió nada de nada. Y esto es algo que creo que me había pasado en muy pocas de las páginas que me habían recomendado. La sensación con MiAffaire es que, quien mucho abarca… y es que el servicio quiere llegar a todo dios y es igual de pésimo para solteros, que para casados, que para infieles, que para todos.
